Por la importancia de creer. Aún a pesar de las caídas. Aún a pesar de los golpes. Aún a pesar de las veces que se intentó y se falló.
Seguir creyendo. Aunque se pierda la esperanza. Aunque las fuerzas fallen. Aunque golpee la vergüenza. el miedo. La negativa de perdonarse y ser perdonado.
Nunca dejar de creer. Que la vida es posible. Que los sueños se pueden hacer realidad. Que aunque a veces ni yo crea en mí, alguien más pueda venir y creer, y estar dispuesta a apostar a mi favor.
He desnudado el alma. Las cosas más terribles que hice las expuse. Mis secretos, las que callé y lastimaron. Las que quebrantaron la moral. Las que odiaba en secreto. Las que me odiaron y lo supe. Las historias sin fin y las historias sin comienzo. Aves de paso y sombras de años. Ilusiones a futuro y sueños que todavía no logro soltar. Todo ha quedado en la mesa. Todo ha sido expuesto. Fue como liberar el alma y confesar las culpas. Y esperando pedir perdón, sencillamente escuchar que no hay nada que perdonar. Que el único acusador soy yo.
Entonces mis ojos se llenan de ilusión, y las mariposas revolotean y me pregunto si será esta la oportunidad que la vida preparaba para mi, y el sueño realizable, posible, completo.
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Gracias por su visita, y gracias por aportar algo a mi monólogo. Casi siempre escribo para mi, pero me gusta saber que mis desahogos hicieron a alguien más sentirse identificado/a.
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