Hoy hace un año mi vida cambió. Hoy hace un año fue el comienzo del final, pero a la vez el inicio de un recomienzo, y al volver a ver hacia atrás, se ve cercano pero al mismo tiempo remoto. Hoy cumplo 365 días de vivir solo, de ser solamente yo.
No ha sido fácil, y he atravesado verdaderos infiernos. Pero he sobrevivido. Todavía hay cosas que duelen, pero hay muchas que ya no. Poco a poco fueron sanando.
Esa soledad dejó de ser una amenaza, un fantasma, y se convirtió simplemente en una condición, un estado que si quiero, puedo aprender incluso a disfrutar. Ha tomado nombres como independencia, como libertad, como aprender a manejar y administrar mi vida de la forma en que me parece mejor, y sin deber cuentas a nadie más que a mi mismo.
La satisfacción de esa autosuficiencia no tiene precio, sobre todo en el aprender a valerme y hacer todo por mi y para mi cuando y como yo decida. Tomar el control absoluto de mi vida. Me he superado y he ido adquiriendo MIS cosas, convirtiendo ese espacio donde vivo en un hogar, mi hogar.
Llega una nueva madurez, una nueva forma de ver la vida, de verme a mí mismo.
Y no puede haber mejor sensación en el mundo que esa.
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Gracias por su visita, y gracias por aportar algo a mi monólogo. Casi siempre escribo para mi, pero me gusta saber que mis desahogos hicieron a alguien más sentirse identificado/a.
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