Saturday, November 24, 2012

Continuar?


Hay decisiones irreversibles.
Hay momentos en la vida en que las cosas suceden, y quizá fueron las correctas, o tal vez no. El tiempo para decidir a veces es corto, y cuando se acaba ya no hay marcha atrás.
No hablo de arrepentirme. ¿Qué sentido tendría ahora? Ninguno ya. Pero se que hubo cosas que estuvieron mal, y mucho. Ya pedí perdón de corazón. Quizá no me fue concedido, es posible que no lo merezca, pero en mi queda el saber que lo dije, y lo sentí.
¿Perdonarme yo? Esa es otra historia. Ese es mi camino y lo que debo enfrentar día a día. A veces cuesta más, otras es un poco más sencillo. No todos los días son iguales.
Hoy vuelvo la vista atrás. El desenlace, probablemente no fuera el esperado, pero estoy convencido de que de una u otra forma todo saldrá bien.
¿Las decisiones? Si, son irreversibles. Lo sé. Mis pecados son imperdonables y lo he aceptado. No soy mala persona, de verdad que no lo soy, pero mis errores me han costado, y he decidido pagar el precio por ellos. Confío en que la vida acepte dejarme hacerlo en cómodas cuotas mensuales.
Algún día alcancaré el balance, y los números dejarán de sumar en rojo.
Entonces, quizá entonces, sea mi tiempo de ganar.





Wednesday, November 21, 2012

Calma

Hay días que son sencillos, hay otros que no tanto. Hay tiempos en que el cielo se ve claro y despejado y el horizonte luce hermoso. Pero otras veces se nubla todo, y hasta la esperanza parece marcharse.
Estas han sido un par de semanas especialmente difíciles en muchos aspectos, pero sobre todo cuando mi paciencia es puesta a prueba. Tengo la especialidad de querer las cosas ya, y a veces olvido que Dios, que la vida, que todo toma tiempo y paciencia. Mis pensamientos se aceleran y las ideas y conclusiones adelantadas me atormentan pensando de antemano en el futuro y todo lo que podrá salir mal, y me invade el miedo, y por momentos me paralizo, y entra la desesperanza.
Son muchas cosas juntas. Mi vista no mejora y a veces parece más bien empeorar. A ratos me siento sólo o incomprendido. Otras veces me siento culpable. Otras veces repaso decisiones pasadas y pienso en cómo serían las cosas de no haberlas tomado, aunque ya me habían advertido acerca de los "...y si hubiera...". Tengo mucho tiempo libre y poco que hacer y eso no ayuda a mi cabeza que se acelera a millones de revoluciones, hasta que me siento agotado, exhausto, estresado, y no me he movido ni um milímetro.
Por suerte la vida pone personas en el camino que hablan y de alguna forma transmiten algo de serenidad, con solo escuchar, y luego de cientos y cientos de palabras y preguntas saliendo de mi, la respuesta son solo dos palabras que parecen de alguna manera mágica desacelerar el planeta, el tiempo, el universo y mi cabeza.

Ten calma...

Vive tu momento. Aprende del pasado, pero no lo extrañes tanto como para regresarte. Por el futuro no te preocupes, no existe! Todos los hombres se mueren, no todos quieren vivir! No tengas miedo de vivir, ni de que te curen el corazón. Un día a la vez.

Ten calma contigo mismo, y mira dónde vas
Espera un minuto, piensa bien lo que harás.

En medio de tormenta es duro el navegar
Y una mala decisión te puede caro costar.

No sea un mal momento el que te haga fracasar
Tener a alguien en contra es bueno para pensar.

La vida está llena de cosas a enfrentar
Pero aún así es muy bella y hay que caminar.

Hacia adelante, sin ver atrás
Vivir cada día, y nada más
Y lo que venga, tú lo forjarás
Tú tienes la llave, abres o cerrarás.

Ten calma que es tu vida la que en juego está
Y a otros no culpes por tu mediocridad
Si alguien te ha fallado, es bueno recordar
Que también tu lo has hecho, basta de llorar.

Tu eres valioso, lo creas o no
Pero el amor no es amor si no causa dolor.
Al igual que el oro, por el fuego hay que pasar
Purificarlo todo y lo mejor de ti lograr.

Y aunque hoy se llore, te sanarás
Sólo aquel que ha perdido sabe también ganar
Mira adelante sin ver atrás
Vive cada día y nada más

Y lo que venga tu lo forjarás
Tu tienes la llave, abres o cerrarás
Pero ten calma.






Monday, November 12, 2012

Otra vez 12


Y definitivamente los años no pasan en vano.

Hace tanto ya? La verdad parece poco.
Hay muchas cosas que al repasarlas en la mente se sienten tan recientes, como si hubieran sucedido apenas semanas atrás. 

No he podido recobrar la paz que alguna vez perdí dentro de ti...

Memorias lúcidas de tiempos que se esfumaron ya. Recuerdos de sueños que intentan arrancar una lágrima, pero esta se rehusa ya a salir. Ya para qué.

Tu fantasma suele aparecer entre la estela de restos revueltos que dejas atrás...

Si, la vida ha cambiado mucho, y las estaciones también. La época seca y los tiempos de lluvia. Tardes de navidad con sol cálido y viento helado. Amaneceres de octubre empapados con los cristales empañados y la lluvia incesante que invita a no levantarse. Noches calurosas de abril sin desear más que brisa fresca que lave los pensamientos. Mediodía de enero donde quisiera estar lejos de las paredes de la oficina, con arena bajo mis pies como tantas veces.
Hace mucho que los calendarios se gastan sin sentirlos, y nuevos recuerdos siguen llegando para reemplazar algunos que se van debilitando hasta ser fotos borrosas que sin darnos cuenta ya ni recordamos quiénes eran esas personas, dónde fueron tomadas, y por qué sonreían.

No hay mayor distancia que la que puede haber entre un deseo y su recuerdo...

Hace tan poco tiempo fue todo esto? La verdad parece más.
Son sólamente un par de años. Una fracción apenas de lo compartido. Sin embargo el sentimiento interno es de cambios tan profundos, de formas de vivir y ver la vida tan distinta a la de entonces, que me cuesta reconocer al que escribía líneas de madrugada en este cuaderno hace unas cuantas decenas de meses, como si fuese alguien que conocí mucho, y que de pronto perdimos contacto y no lo volví a ver nunca.
¿Qué se habrá hecho aquel amigo que teníamos? ¿Te acordás? Si, el de la chaqueta gris, el que siempre llevaba los audífonos puestos. No lo volvimos a ver.

Qué sentido tiene preservar un mecanismo de casa embrujada vacío y sin luz

Un de-ja-vú del futuro nos lo recuerda. Ha de haber vuelto al lugar de donde vino.
No hace tanto que nos contaba su historia, recuerdo todavía cuando hablaba y la voz se le quebraba. O cuando se quedaba como ausente. Su cuerpo estaba, pero su mente divagaba en algún sitio o persona distante. No fue hace tanto en realidad, mirá las fechas. Sin embargo al pensarlo es como si hubiera sido hace décadas.

El camino no termina. La búsqueda continúa. A algún lugar llegará.

Tras la rabia no hay rencor, remordimiento ni traición, todo es pasar







Thursday, November 8, 2012

Adios muchachos!


Fueron muchos años juntos, donde fueron, literalmente, mi primer pensamiento al despertar. Gracias a ustedes vi el mundo más claro, y pude ver la verdad de muchas cosas.
Fueron parte de mi personalidad, incluso, de quien fui y quien soy.
Pero hoy ha llegado el momento de despedirnos. De seguir este camino de cambios externos que van reflejando que algo adentro también va cambiando, mejorando.
Y no puedo evitar sentir nostalgia al pensar en dejarlos en un cajón.
Gracias por las cosas hermosas de la vida que vi gracias a ustedes. Los atardeceres y el sol por las mañanas. Las sonrisas de gente que me ha amado. Las palabras de aliento y de apoyo que tantas veces me dedicaron, y hasta el sustento diario que alcancé.
Gracias por las lágrimas que contuvieron, por las veces que detrás de ustedes pude ocultar miradas de dolor, y las muchas que pacientemente aguardaron a mi lado, cuando tuve que cerrar mis ojos para soñar, para amar, para llorar.
Los veré nuevamente de lejos, y sin ustedes veré nuevamente la vida desde otra perspectiva.





Wednesday, November 7, 2012

Media vida


Era yo un chiquillo de 17 años apenas, cuando la vida me puso en aquella clase, una noche de enero.

Ahi estaba ella, en su mundo, en su vida, probablemente igual de asustada que yo. Otra adolescente jugando a ser grande.

Aquellos dos, jóvenes e inexpertos en la vida se hicieron amigos, y luego recorrieron juntos, de la mano, los territorios desconocidos hasta entonces del amor. Conocieron juntos el cielo y el infierno. Rieron, lloraron, ganaron y también perdieron. Una historia corta pero intensa, que un día de la nada se desvaneció en el aire como nubes de dolor.

Se extraviaron y olvidaron cómo reconocerse, y luego cada uno siguió su camino, rehizo su vida.

Pero esa vida misma y sus ciclos se encargaron de acercarlos y alejarlos de nuevo. Los llevó a cada uno por tierras de triunfo y fracaso. Les dio todo, y todo se los quitó. Pero siempre se encargó de que algo, una luz en su interior, permaneciera encendida, a pesar del tiempo y la distancia.

17 años han pasado desde ese enero. Media vida de conocernos, y aunque sea sólo a veces que su sonrisa vuelve a cruzar el cielo, siempre que pasa por aquí deja el aire lleno de recuerdos.

Aquel amor terminó convertido en una amistad a prueba del tiempo, donde como hoy, un café, una conversación, unas horas bastan para ponernos al día y reconocernos. Ver detrás de las miradas a aquellos chiquillos que una vez jugaron a ser grandes, hoy ya grandes, jugando a ser chiquillos.

Media vida ha pasado, y me alegra saber que todavía algo se mantiene. Que al mirar más allá del velo del tiempo, al conversar, al revivir, tantas cosas se recuerdan, y alguien más que tan solo yo puede saber que estuvimos ahí. Que ella también se acuerda del muchachillo que con poemas y canciones alguna vez le robó el corazón, y que un pedacito de ese corazón todavía sigue guardado en mi cofre de tesoros.

Otra media vida pasará, quizá, y nos faltarán tardes y noches de café para conversar, para revivir juntos aquellos recuerdos, y contarnos todo lo que hemos vivido desde entonces. Y nadie más lo entenderá. Solo ella y yo sabremos lo que significa, lo que nos unió, y lo que en el fondo todavía nos ayuda a asomarnos a la mirada y ver al otro, como nos vimos aquella vez, y reconocernos.








Sunday, November 4, 2012

Hoy


Y hoy, así de la nada, en una tarde de noviembre con cielo de fuego, tuvo alguien el bello gesto de presentarnos. Cuando llegué ahí estabas, y todos te rodeaban, pero estabas como en tu propio mundo. Quizá nos parecemos un poco, eso de ser el centro de atención tampoco es lo tuyo.
Pero luego, cuando todos se fueron, me pude acercar, y por primera vez esa mirada se clavó en mi, y algo aquí dentro cambió, algo se movió, y sé que nunca más nada va a ser igual.
Ahí estabas, y me escuchabas decir todas esas cosas que ahora no recuerdo, y que quizá no comprendiste. Siempre fui bueno para hablar en acertijos, me han dicho alguna vez. De pronto simplemente sonreíste, y sabía que no necesitaba decir nada más. Por primera vez pude sostener tu mano y abrazarte, como espero poder hacerlo miles de veces más en el futuro. Sentarnos juntos y contarte historias, reír juntos, y ver las estrellas encenderse una a una en atardeceres de fuego como el de hoy.
Has llegado a mi vida de una forma mágica, donde con un poco de incredulidad, jamás creí poder sentir algo así, tan inesperado, tan de improviso. Y sólo espero que alguna vez, en muchos años, si llegas a leer estas líneas, mires a este viejo que desde ya te ama y velará por ti cada día que Dios le de vida.

Bienvenido al mundo pequeño angelito.

Con amor, tu padrino.





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