Saturday, September 25, 2010

Sin armadura


Demasiados duelos a muerte con la muerte, y este duelo que no se acaba.
Su armadura se hace pesada y hay batallas que no puede ganar. Hay batallas que no debe pelear, y otras en las que nunca debió haber luchado, pero ahí estuvo, y salió lastimado muchas veces.
"Yo puedo sólo"─ decía, pero en el fondo, solo es como no quería estar, y su lucha era por no quedarse solo.
Pero al final así se quedó. Sin más compañía que sus cicatrices y la historia de cada una de ellas, como el marinero que relata sus tatuajes como mujeres en puertos lejanos. Las batallas tienen fechas y nombres, lugares y heridas, y de muchas salió apenas con vida porque alguna mano visible o invisible pudo ver más allá de su armadura y sentir amor por el hombre común y corriente que moría de miedo ahí dentro.
Las batallas siguen apareciendo en el horizonte. Banderas y antorchas. Pero él ya no quiere ir a pelear. Sabe que si va, perderá y esta vez quizá no salga vivo.
No es su batalla. Muchas no lo eran.
Por hoy se queda en casa al calor del fuego. Que la noche caiga ahí fuera. Si sobrevive esta era de oscuridad, una mañana podrá despertar al mismo tiempo que el sol durmiente.


For my dreams I hold my life
For wishes I behold my night
The truth at the end of time
Losing faith makes a crime

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Gracias por su visita, y gracias por aportar algo a mi monólogo. Casi siempre escribo para mi, pero me gusta saber que mis desahogos hicieron a alguien más sentirse identificado/a.
Se permiten los comentarios anónimos, pero un nombre nunca está de más para saber con quién hablo.

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