Sunday, December 30, 2012

Alguien



Alguien

Alguien debe existir
estoy convencido.

Alguien debe haber
que me acepte
que perdone mis culpas pasadas.

Alguien debe llegar
Alguien que conozca la historia
y sepa aceptarla sin juzgarla
que sepa perdonar mis caídas
que sepa enterrar las culpas
que sepa mirar más allá
de mi frágil capa de humanidad.

Alguien

Alguien está en algún lugar
esperando
y caminando
igual que yo.

Alguien cree en mañana
y conoce el valor de hoy
que vale más que el ayer.

Alguien vendrá
me hablará y me escuchará
y entenderá que caí y fallé
incontables veces
a la gente que me amó
pero sobre todo a mi.

Alguien

Alguien tiene fe
en que yo también sea alguien
que existe.

Alguien sueña
con leer estas palabras
que yo recién escribo.

Alguien cree en mi
aunque quizá no me conozca.










Friday, December 28, 2012

Neruda


Cuando era jóven soñaba ser algún día como Neruda y escribir muchos poemas.

Tantos años después sólo tengo un poema de amor y 20 canciones desesperadas.




Monday, December 24, 2012

Inevitable


Y aunque no quisiera, el corazón se me llena de preguntas...



Friday, December 21, 2012

21-12-12


Semanas atrás una querida amiga lanzó una pregunta que me hizo pensar.
Si el mundo terminara en un mes... ¿en qué aprovecharías tu tiempo?
Pocas veces vemos nuestra línea de vida como algo efímero. Se nos ha enseñado a pensar en cosas tan simples como la muerte o el fin de una forma distante y lejana. "Falta tanto para eso". "Tengo todo el tiempo del mundo". "Cuando pueda haré esas cosas que he venido postergando".

Y a la hora de responder, dije que trataría de dedicarle tiempo a gente importante en mi vida. No solo a los más cercanos, sino gente que tiene mucho valor para mi, pero que por razones que siempre obviamos, dejamos pasar días y semanas y meses y hasta años sin vernos, sin compartir ese tiempo tan valioso.

Todo este asunto de los Mayas y el fin del mundo para mi tiene tanta validez como los ochocientos fines del mundo que han anunciado en las últimas tres décadas.

La primera vez que escuché este tema, fue siendo muy niño, cuando hablaban del VIH recién descubierto, y cómo esto era una de las profecías del Apocalipsis. En 1986 cuando el Cometa Halley pasó cerca de la Tierra, nuevamente el fin estaba cerca. El siguiente con fuerza fue el anunciado año 2000. Y luego de ese, ya perdí la cuenta de los fines del mundo que han profetizado.

Por mi fe, y por sentido común, se muy bien que no hay forma de predecir un evento de estas dimensiones, y si bien, estamos provocando, como humanidad, un daño irreversible al planeta, confío en que como especie, a los humanos todavía nos quedan muchos años sobre esta tercera roca después del sol.

Sin embargo, la idea de ver a las personas importantes, no era algo tan malo. Fin del mundo o no, durante el último mes intenté sacar a poquitos una que otra tarde o noche, especialmente luego de un mes guardado, para ver y hablar con estas personas que durante un tiempo caminaron a mi lado, pero luego los caminos nos han llevado por vidas distintas. No porque pretenda que los lazos sean tan fuertes y constantes como alguna vez lo fueron, sino para hacer valer esa amistad, ese cariño que a pesar del tiempo, permanece.

Así, un café aquí, una película allá, una conversación, una llamada, un encuentro casual 100% premeditado. Algunos pudieron, otros no. Pero di mi meta como concluída.

Anoche regresé a casa tarde, luego de uno de esos encuentros. Una cena, una larga conversación, ponerse al día con la vida y lo que ha sido de ella. Contento entré a casa, preparé todo lo que iba a necesitar el mentado viernes, y en pocos minutos Morfeo me llamaba hipnóticamente a dormir.

Un profundo sueño cayó sobre mi y con la mente llena de pensamientos, la razón se fue apagando mientras los ojos se cerraban y las imágenes del REM empezaban a proyectarse desde dentro de mis pupilas. La tierra de los sueños me daba la bienvenida.

...

Entraban ya algunos rayos de luz por la ventana cuando un ruido fuerte me hizo saltar de pronto y tratar de ponerme en pie. Me incorporaba apenas cuando un mareo fuerte me golpeó y sentí que perdía el equilibrio.
Creo que aún dormido, mi mente se percató de que lo que ocurría era un temblor, y no uno normal, sino uno de esos extensos y violentos. Las cosas a mi alrededor se movían y balanceaban y pude ver a mi gata correr y esconderse debajo de la cama, su escondite y refugio seguro.
No terminaban las sacudidas cuando decidí ponerme en pie e ir a buscar algún sitio seguro. ¿El marco de la puerta? ¿Dabajo de una mesa? ¿Acaso intentar abrir la puerta y salir a la calle?
No había terminado de decidirme cuando el movimiento cesó, casi tan repentinamente como empezó.
Acerqué mi mano al interruptor para encender la luz, pero no había electricidad.
Me devolví a buscar mi celular para conectarme a internet y buscar información. De fijo en las redes sociales ya se hablaba del tema, y habrían noticias.
La batería de mi teléfono estaba al 100%, pero no tenía señal del todo en mi casa.
Escuché ruido afuera, voces, entonces decidí cambiarme y ponerme ropa más presentable y salir.

Estaba apenas poniéndome un pantalón cuando de nuevo el suelo empezó a moverse. Un retumbo fuerte, seguido de dos o tres sacudidas violentas y luego silencio. Más voces en la calle, gritos, llanto.

¿Sería acaso posible? Estaba seguro de que todo era una coincidencia, y ya pensaba en las bromas que podría leer y decir al respecto cuando volviera la electricidad y el internet.

Me asomé a la ventana y pude ver a todos mis vecinos afuera. No eran aún ni las 6am, y la calle estaba repleta de gente que hablaba, otros lloraban, algunos intentaban desesperadamente conseguir señal alzando sus celulares al cielo.
Abrí la puerta y salí para sondear si alguien tenía información.

El vecino estaba en su carro pasando emisoras con el radio, pero sólo se escuchaba interferencia.
─"Todas las emisoras están muertas"─ le decía a su esposa mientras intentaba a la vez y en vano encender el vehículo.

Me acerqué a otra gente a ver si sabían algo. Es increíble en una situación de estas, cómo nos damos cuenta de que ya no conocemos ni a los vecinos. No sabía el nombre de casi nadie. A la mayoría no los había visto nunca, o los medio reconocía de vista. Sabía de dónde eran, según la casa frente a la cual estaban o al vehículo que intentaban arrancar.

Nuevamente la tierra empezó a moverse y la gente entraba en pánico. Se escuchaban niños llorar, algunas mujeres gritar o llamar a sus seres queridos para que se acercaran.
El temblor duró si acaso 20 o 30 segundos, pero cuando se detuvo, podía verse la expresión de pánico en la gente.
Pregunté a varios vecinos. Nadie sabía nada. Las líneas estaban muertas. La electricidad se había ido. Los carros no arrancaban y los que tenían radio a mano, no lograban captar ninguna emisora.

Pensé muchas cosas. Pensaba en mi familia. Pensaba en el trabajo, se supone que tenía que estar ahí en menos de hora y media. Pensaba en mi amiga, y su pregunta de un mes antes. En que no tenía forma de localizarla, y estaba muy lejos. No podía llamarla a ella, ni a mi mamá, ni al trabajo ni a nadie, y no tenía idea de las dimensiones de todo esto.

Pensé en regresar a casa y echar en un salveque algunas cosas. Me arrepentí de haberme comido esos atunes de emergencia que guardaba y nunca haberlos reemplazado. Cerca de casa hay un supermercado, pero definitivamente iba a estar abarrotado de gente, además todavía no estaba abierto.
Entré, y me puse a echar en el maletín las cosas básicas que tuviera a mano. Unas barras de cereal. Agua. Galletas. Algunos enlatados Un abrigo y un paraguas. El cargador de mi teléfono, por si acaso, y decidí salir de nuevo.
Me pasó por la cabeza sacar a la gata, pero iba a ser demasiado incómodo y ella estaba muy nerviosa. No tenía como transportarla cómodamente, entonces sólo le dejé agua y suficiente comida.

¿Será que había algo de cierto en esto de los Mayas? ─me preguntaba una y otra vez─ Naaah, tiene que ser coincidencia.

Salía de casa asegurándome de cerrar bien todo. Alguien se acercó corriendo y gritaba. ─Estan saquieando el supermercado! La gente botó los portones y están entrando a la fuerza!─ En efecto, la gente entraba en pánico, y se comportaba como una masa estúpida.
Imposible dialogar con nadie, decidí ponerme en marcha y caminar. Todavía no estaba seguro de hacia adónde me dirigía. Una parte de mi pensaba en la ciudad, en mi trabajo. Otra en mi familia.

Apenas había avanzado unos 100 metros cuando vi una columna de humo no muy lejos. Algo se quemaba, y no se escuchaban las sirenas de los bomberos que siempre suenan en estos casos. Las calles estaban llenas de gente que aguardaba afuera de sus casas. Algunos trataban de encender sus carros, otros se distribuían agua o café. Entonces me di cuenta de que salí de casa sin comer nada.

Pero no quería demorarme. Saqué una barrita de cereal y me la comí mientras andaba. Al acercarme al supermercado pude percatarme de que el humo salía de ahí, y que un tumulto de gente bloqueaba la calle. Era una locura siquiera acercarse, y pensé en la forma de rodear todo eso, pero era mucha la distancia. Así que decidí acercarme a sondear el asunto.

La gente estaba histérica, enojada. Se peleaban. Se escuchaba de todo. Que una gente se había metido y los de seguridad habían disparado y ahí fue donde comenzó el caos. Que la gente salía con cosas y otros se las robaban, Que le habían prendido fuego a un carro. En fin, no sabía ni qué creer.

Un hombre de unos 40 años abrazaba a una muchacha y a dos niños que estaban con ella mientras decía que iba a conseguir algo, y ella le suplicaba llorando que no fuera, que no entrara ahí. Los chiquitos no sabían que sucedía y también lloraban. Yo no tenía corazón y me acerqué a ella cuando él se fue, y le ofrecí una botella de agua y le pregunté si estaba bien. Ella sollozaba y repetía una y otra vez ─¿Qué hago yo con mis chiquitos si algo me le pasa?─.
Les di una barrita de cereal a cada niño y otra botella de agua. Quería hacer algo, pero estaba impotente. Era todo un caos y la gente gritaba y peleaba. Traté de decirle a ella que todo iba a etar bien, pero no me escuchaba. Ni a mi ni a nadie.
Un señor cerca de ahí decía que si era el fin del mundo. Que la luz se había ido en todo el país. Pero no sabía si creerle o si serían puros cuentos. No había forma de corroborar nada.

Entre más me acercaba al tumulto más difícil era caminar. De pronto sentí un empujón y un golpe y caí al suelo. Tres o cuatro muchachos jóvenes me habían derribado y trataban de arrebatarme el maletín donde llevaba las pocas cosas que había podido empacar. ─El lleva comida─ gritaban ─Yo lo vi sacar algo del bulto─. Me golpearon y aunque intenté aferrarme, no pude resistir más y terminé entregando todo para que me dejaran. Pude ver como se alejaban corriendo con lo poco que había podido empacar.

Tirado en el suelo, golpeado, y con un raspón en el brazo que sangraba, nadie se acercó a ayudarme. Todos estaban ahí para si mismos nada más. A como pude me puse en pie y decidí no atravesar ese mar de gente. Apenas me decidía cuando otro temblor nos sorprendió a todos. La gente gritaba y corría en todas direcciones, y fue el momento que aproveché para correr y pasar la multitud y tratar de dirigirme a San José.

Eran ya más de las 7:30 cuando llegué a la pista. No habían carros, pero una multitud de gente caminaba. Creo que ni ellos sabían hacia adónde iban. Me dolía la espalda, tenía hambre, sed, y no tenía nadie con quien hablar. Podía ver familias completas caminando de la mano. Gente mayor. Unos cuantos solos como yo, y empezaba a comprender las dimensiones de todo esto.

Olvidé mi trabajo, y decidí ir a buscar a mi familia. No sabía ni que ruta iba a tomar, pero no quería caminar por los barrios. Era mejor mantenerme cercas de las calles principales donde había más gente. Podían verse en varios lugares columnas de humo negro elevarse a lo lejos. Me daba miedo siquiera sacar el teléfono de mi bolsillo para ver si ya tenía señal.

Algunas tiendas, farmacias y restaurantes tenían las ventanas rotas y los portones forzados, y se veía gente entrar y salir corriendo. Carros que se quedaron varados en media calle y habían sido abandonados por sus pasajeros. Gente que se asomaba por las ventanas de sus casas, negándose a salir.

En ese rato había sentido tres o cuatro temblores más, todos acompañados del pánico de la gente.
Me acerqué a un par de casas a pedirles agua, para beber y para lavarme el brazo que sangraba, pero apenas me veían acercarme cerraban las cortinas y se escondían. Entonces no podía hacer más que seguir caminando.

El sol se alzaba y el calor era insoportable. Habían pasado ya unas tres horas cuando me acercaba a la autopista de circunvalación a la ciudad, y tocaba decidir si dirigirme hacia el centro, o tratar de acercarme adonde estaba mi familia, eso esperando que estuvieran en casa. Gente caminaba en todas las direcciones y traté de hacer un sondeo. Algunos decían que venían de San José y que era una locura meterse ahí. Otros decían que el paso estaba cerrado por policías en la autopista. Otros más, intentaban más bien alejarse todo lo posible de la ciudad. Yo decidí no ir al centro y tratar de dirigirme hacia Desamparados. Pero llegando a San Pedro un gran tumulto de gente que corría  me acorraló y tuve que empezar a correr con ellos.

Gritos, empujones, se escuchaban disparos atrás. Alguien me golpeó y tropecé, y caí al suelo. Podía sentir los pies de la gente que corría y pasaba sobre mí. Trataba de levantarme pero no podía y me pisoteaban una y otra vez. Todo se ponía oscuro, no podía respirar ni abrir los ojos. El ruido ensordecedor se fue desvaneciendo y sólo se distinguía en el fondo una sirena de alarma cuyo zumbido se fue haciendo más y más fuerte hasta volverse ensordecedor.

En la oscuridad logré abrir mis ojos para descubrir a mi despertador sonando desde hacía veinte minutos.

5:50 am del viernes 21 de diciembre del 2012.
Hora de levantarse para ir a trabajar.





Monday, December 17, 2012

Cosechas


Es una ley de la vida. Se cosecha lo que se siembra. Cuando uno planta flores, flores tendrá. Pero si planta cizaña, dolor, heridas. Si siembra mentiras, tristeza, y todo esto se riega con lágrimas, es probable que una dosis de desprecio, de odio, de dolor intenso es lo que se recolecte al volver a pasar por ese campo.

Lo que la ley no dice, pero viene implícito, es que si siembras una semilla de manzana, esta se convertirá en un árbol, que a su vez te dará no una, sino muchas manzanas, muchas más de las que sembraste. Imagina cuánto vas a cosechar por haber sembrado una simple brizna de dolor...







Tuesday, December 11, 2012

Dejar ir



Sucede a veces que me levanto, como hoy, y pienso en los días y el tiempo que paso, y las cosas que suceden y han sucedido, y en los sueños y esperanzas que guardo en hojas garabateadas dentro de mi cabeza.
Sucede que hay días en que el optimismo no está en su mejor punto, en que pienso que tal vez esos sueños no se cumplan, y hasta me digo a mi mismo que está bien, que no importa, que tal vez esperaba demasiado, que mis sueños deberían ser más pequeños, más alcanzables, más a mi medida.
Los planes, uno a uno salen mal y los castillos se van desmoronando en el aire, y los enormes bloques que caen aplastan todo lo que cobijaba su sombra. Pronto solo hay una estela de ruinas y escombros desde aquí hasta el horizonte.
Y me dan ganas de darme por vencido. Pero esa sería la salida fácil.
Quizá tan solo deba dejar ir. Soltar. Aceptar. Sentarme a descansar y luego, eventualmente, levantarme y seguir.


Friday, December 7, 2012

Expectativa de vida


Leía hace unos días que la expectativa de vida en mi país ronda los 77 años. Obviamente esto no es una regla, y depende de muchos factores, salud, alimentación, ejercicio, estrés, y todas estas pequeñas cosas que a veces obviamos y damos por sentadas. Pero dejando de lado estos factores, incluso la positiva posibilidad de que mi vida me lleve más allá de esa cifra tan pareja y homogénea, estuve pensando en mi vida, si de verdad supiera que en el año 2055 me toca regresar el empaque y volver a mi forma original.
Esto me diría que me acerco peligrosamente a la mitad de ese camino, y que el tiempo no corre más despacio, sino que por el contrario, con los años parece acelerarse.
Y no puedo evitar sentir a veces que la vida se me está pasando, y que yo solo la veo pasar, sin aprovechar oportunidades, pensando en algunas que dejé ir, en cosas que tuve y se fueron, por una u otra razón.
Y me enojo. Conmigo. Con la vida. Con Dios. Con las personas y las cosas. Con los relojes que no se detienen. Con la noche que llega tan pronto. Con el día que se va tan sigiloso. Con el tiempo perdido. Y siento ganas de renunciar a todo, pero simplemente me siento en la sala de mi casa con la cabeza en mis rodillas y lloro. Como lloraba el Principito sobre la hierba. No entendía bien por qué lloraba, pero de pronto sentía que todas sus riquezas, aquellas cosas que tanto valoraba en su vida, valían poco, y no era un gran príncipe en realidad.
Miro en retrospectiva muchos planes que no se cumplieron. Muchas metas que siguen a medias, o así se quedaron. Sueños que alcancé y que luego se derrumbaron y los dejé perderse. Por dolor. Por tristeza. Por miedo a veces de luchar un poco más allá, y pienso en esas ocasiones, en que tal vez intentarlo un poco más hubiera sido la solución. Pero son cosas que ya no puedo cambiar y no puedo seguir gastando el tiempo y mis fuerzas en añorarlas o en pensar en los finales alternativos. Simplemente no lo vale.
Vienen fuerzas nuevas. Tiempos nuevos. Vida nueva. No he llegado todavía a la mitad siquiera, y queda todavía mucho por vivir, por soñar, por alcanzar. Me repito una y otra vez intentando convencerme de que todavía se puede, todavía puedo ser feliz, y que esa felicidad permanezca. Si lucho por eso y sin darme por vencido.
Se puede.
Se puede alcanzar aquello con lo que se sueña.
No es sencillo. Requiere fe, pero sobre todo voluntad, esfuerzo, constancia, perseverancia. Levantarse todas las mañanas. Perseguir al sol. Avanzar todos los días, aunque sea un paso. Aunque hayan noches en que se retrocedan hasta dos o tres pasos en el camino. Pero no darse por vencido. Volver al día siguiente a recuperar aunque sea uno.
Algún día llegará. Algún día llegaré. Algún día las sonrisas ya no serán fingidas. Las lágrimas serán de alegría.  Y la vida ya no será como una película que pasa frente a mis ojos. La felicidad no está en el destino, sino en el camino.

Aqui estoy, viendo pasar los segundos, 
viendo pasar los minutos viendo pasar el amor. 

Aqui estoy, sin la mitad de mi vida, 

Un callejon sin salida, viendo la vida pasar.

Sunday, December 2, 2012

Saturday, November 24, 2012

Continuar?


Hay decisiones irreversibles.
Hay momentos en la vida en que las cosas suceden, y quizá fueron las correctas, o tal vez no. El tiempo para decidir a veces es corto, y cuando se acaba ya no hay marcha atrás.
No hablo de arrepentirme. ¿Qué sentido tendría ahora? Ninguno ya. Pero se que hubo cosas que estuvieron mal, y mucho. Ya pedí perdón de corazón. Quizá no me fue concedido, es posible que no lo merezca, pero en mi queda el saber que lo dije, y lo sentí.
¿Perdonarme yo? Esa es otra historia. Ese es mi camino y lo que debo enfrentar día a día. A veces cuesta más, otras es un poco más sencillo. No todos los días son iguales.
Hoy vuelvo la vista atrás. El desenlace, probablemente no fuera el esperado, pero estoy convencido de que de una u otra forma todo saldrá bien.
¿Las decisiones? Si, son irreversibles. Lo sé. Mis pecados son imperdonables y lo he aceptado. No soy mala persona, de verdad que no lo soy, pero mis errores me han costado, y he decidido pagar el precio por ellos. Confío en que la vida acepte dejarme hacerlo en cómodas cuotas mensuales.
Algún día alcancaré el balance, y los números dejarán de sumar en rojo.
Entonces, quizá entonces, sea mi tiempo de ganar.





Wednesday, November 21, 2012

Calma

Hay días que son sencillos, hay otros que no tanto. Hay tiempos en que el cielo se ve claro y despejado y el horizonte luce hermoso. Pero otras veces se nubla todo, y hasta la esperanza parece marcharse.
Estas han sido un par de semanas especialmente difíciles en muchos aspectos, pero sobre todo cuando mi paciencia es puesta a prueba. Tengo la especialidad de querer las cosas ya, y a veces olvido que Dios, que la vida, que todo toma tiempo y paciencia. Mis pensamientos se aceleran y las ideas y conclusiones adelantadas me atormentan pensando de antemano en el futuro y todo lo que podrá salir mal, y me invade el miedo, y por momentos me paralizo, y entra la desesperanza.
Son muchas cosas juntas. Mi vista no mejora y a veces parece más bien empeorar. A ratos me siento sólo o incomprendido. Otras veces me siento culpable. Otras veces repaso decisiones pasadas y pienso en cómo serían las cosas de no haberlas tomado, aunque ya me habían advertido acerca de los "...y si hubiera...". Tengo mucho tiempo libre y poco que hacer y eso no ayuda a mi cabeza que se acelera a millones de revoluciones, hasta que me siento agotado, exhausto, estresado, y no me he movido ni um milímetro.
Por suerte la vida pone personas en el camino que hablan y de alguna forma transmiten algo de serenidad, con solo escuchar, y luego de cientos y cientos de palabras y preguntas saliendo de mi, la respuesta son solo dos palabras que parecen de alguna manera mágica desacelerar el planeta, el tiempo, el universo y mi cabeza.

Ten calma...

Vive tu momento. Aprende del pasado, pero no lo extrañes tanto como para regresarte. Por el futuro no te preocupes, no existe! Todos los hombres se mueren, no todos quieren vivir! No tengas miedo de vivir, ni de que te curen el corazón. Un día a la vez.

Ten calma contigo mismo, y mira dónde vas
Espera un minuto, piensa bien lo que harás.

En medio de tormenta es duro el navegar
Y una mala decisión te puede caro costar.

No sea un mal momento el que te haga fracasar
Tener a alguien en contra es bueno para pensar.

La vida está llena de cosas a enfrentar
Pero aún así es muy bella y hay que caminar.

Hacia adelante, sin ver atrás
Vivir cada día, y nada más
Y lo que venga, tú lo forjarás
Tú tienes la llave, abres o cerrarás.

Ten calma que es tu vida la que en juego está
Y a otros no culpes por tu mediocridad
Si alguien te ha fallado, es bueno recordar
Que también tu lo has hecho, basta de llorar.

Tu eres valioso, lo creas o no
Pero el amor no es amor si no causa dolor.
Al igual que el oro, por el fuego hay que pasar
Purificarlo todo y lo mejor de ti lograr.

Y aunque hoy se llore, te sanarás
Sólo aquel que ha perdido sabe también ganar
Mira adelante sin ver atrás
Vive cada día y nada más

Y lo que venga tu lo forjarás
Tu tienes la llave, abres o cerrarás
Pero ten calma.






Tuesday, November 13, 2012

Monday, November 12, 2012

Otra vez 12


Y definitivamente los años no pasan en vano.

Hace tanto ya? La verdad parece poco.
Hay muchas cosas que al repasarlas en la mente se sienten tan recientes, como si hubieran sucedido apenas semanas atrás. 

No he podido recobrar la paz que alguna vez perdí dentro de ti...

Memorias lúcidas de tiempos que se esfumaron ya. Recuerdos de sueños que intentan arrancar una lágrima, pero esta se rehusa ya a salir. Ya para qué.

Tu fantasma suele aparecer entre la estela de restos revueltos que dejas atrás...

Si, la vida ha cambiado mucho, y las estaciones también. La época seca y los tiempos de lluvia. Tardes de navidad con sol cálido y viento helado. Amaneceres de octubre empapados con los cristales empañados y la lluvia incesante que invita a no levantarse. Noches calurosas de abril sin desear más que brisa fresca que lave los pensamientos. Mediodía de enero donde quisiera estar lejos de las paredes de la oficina, con arena bajo mis pies como tantas veces.
Hace mucho que los calendarios se gastan sin sentirlos, y nuevos recuerdos siguen llegando para reemplazar algunos que se van debilitando hasta ser fotos borrosas que sin darnos cuenta ya ni recordamos quiénes eran esas personas, dónde fueron tomadas, y por qué sonreían.

No hay mayor distancia que la que puede haber entre un deseo y su recuerdo...

Hace tan poco tiempo fue todo esto? La verdad parece más.
Son sólamente un par de años. Una fracción apenas de lo compartido. Sin embargo el sentimiento interno es de cambios tan profundos, de formas de vivir y ver la vida tan distinta a la de entonces, que me cuesta reconocer al que escribía líneas de madrugada en este cuaderno hace unas cuantas decenas de meses, como si fuese alguien que conocí mucho, y que de pronto perdimos contacto y no lo volví a ver nunca.
¿Qué se habrá hecho aquel amigo que teníamos? ¿Te acordás? Si, el de la chaqueta gris, el que siempre llevaba los audífonos puestos. No lo volvimos a ver.

Qué sentido tiene preservar un mecanismo de casa embrujada vacío y sin luz

Un de-ja-vú del futuro nos lo recuerda. Ha de haber vuelto al lugar de donde vino.
No hace tanto que nos contaba su historia, recuerdo todavía cuando hablaba y la voz se le quebraba. O cuando se quedaba como ausente. Su cuerpo estaba, pero su mente divagaba en algún sitio o persona distante. No fue hace tanto en realidad, mirá las fechas. Sin embargo al pensarlo es como si hubiera sido hace décadas.

El camino no termina. La búsqueda continúa. A algún lugar llegará.

Tras la rabia no hay rencor, remordimiento ni traición, todo es pasar







Thursday, November 8, 2012

Adios muchachos!


Fueron muchos años juntos, donde fueron, literalmente, mi primer pensamiento al despertar. Gracias a ustedes vi el mundo más claro, y pude ver la verdad de muchas cosas.
Fueron parte de mi personalidad, incluso, de quien fui y quien soy.
Pero hoy ha llegado el momento de despedirnos. De seguir este camino de cambios externos que van reflejando que algo adentro también va cambiando, mejorando.
Y no puedo evitar sentir nostalgia al pensar en dejarlos en un cajón.
Gracias por las cosas hermosas de la vida que vi gracias a ustedes. Los atardeceres y el sol por las mañanas. Las sonrisas de gente que me ha amado. Las palabras de aliento y de apoyo que tantas veces me dedicaron, y hasta el sustento diario que alcancé.
Gracias por las lágrimas que contuvieron, por las veces que detrás de ustedes pude ocultar miradas de dolor, y las muchas que pacientemente aguardaron a mi lado, cuando tuve que cerrar mis ojos para soñar, para amar, para llorar.
Los veré nuevamente de lejos, y sin ustedes veré nuevamente la vida desde otra perspectiva.





Wednesday, November 7, 2012

Media vida


Era yo un chiquillo de 17 años apenas, cuando la vida me puso en aquella clase, una noche de enero.

Ahi estaba ella, en su mundo, en su vida, probablemente igual de asustada que yo. Otra adolescente jugando a ser grande.

Aquellos dos, jóvenes e inexpertos en la vida se hicieron amigos, y luego recorrieron juntos, de la mano, los territorios desconocidos hasta entonces del amor. Conocieron juntos el cielo y el infierno. Rieron, lloraron, ganaron y también perdieron. Una historia corta pero intensa, que un día de la nada se desvaneció en el aire como nubes de dolor.

Se extraviaron y olvidaron cómo reconocerse, y luego cada uno siguió su camino, rehizo su vida.

Pero esa vida misma y sus ciclos se encargaron de acercarlos y alejarlos de nuevo. Los llevó a cada uno por tierras de triunfo y fracaso. Les dio todo, y todo se los quitó. Pero siempre se encargó de que algo, una luz en su interior, permaneciera encendida, a pesar del tiempo y la distancia.

17 años han pasado desde ese enero. Media vida de conocernos, y aunque sea sólo a veces que su sonrisa vuelve a cruzar el cielo, siempre que pasa por aquí deja el aire lleno de recuerdos.

Aquel amor terminó convertido en una amistad a prueba del tiempo, donde como hoy, un café, una conversación, unas horas bastan para ponernos al día y reconocernos. Ver detrás de las miradas a aquellos chiquillos que una vez jugaron a ser grandes, hoy ya grandes, jugando a ser chiquillos.

Media vida ha pasado, y me alegra saber que todavía algo se mantiene. Que al mirar más allá del velo del tiempo, al conversar, al revivir, tantas cosas se recuerdan, y alguien más que tan solo yo puede saber que estuvimos ahí. Que ella también se acuerda del muchachillo que con poemas y canciones alguna vez le robó el corazón, y que un pedacito de ese corazón todavía sigue guardado en mi cofre de tesoros.

Otra media vida pasará, quizá, y nos faltarán tardes y noches de café para conversar, para revivir juntos aquellos recuerdos, y contarnos todo lo que hemos vivido desde entonces. Y nadie más lo entenderá. Solo ella y yo sabremos lo que significa, lo que nos unió, y lo que en el fondo todavía nos ayuda a asomarnos a la mirada y ver al otro, como nos vimos aquella vez, y reconocernos.








Sunday, November 4, 2012

Hoy


Y hoy, así de la nada, en una tarde de noviembre con cielo de fuego, tuvo alguien el bello gesto de presentarnos. Cuando llegué ahí estabas, y todos te rodeaban, pero estabas como en tu propio mundo. Quizá nos parecemos un poco, eso de ser el centro de atención tampoco es lo tuyo.
Pero luego, cuando todos se fueron, me pude acercar, y por primera vez esa mirada se clavó en mi, y algo aquí dentro cambió, algo se movió, y sé que nunca más nada va a ser igual.
Ahí estabas, y me escuchabas decir todas esas cosas que ahora no recuerdo, y que quizá no comprendiste. Siempre fui bueno para hablar en acertijos, me han dicho alguna vez. De pronto simplemente sonreíste, y sabía que no necesitaba decir nada más. Por primera vez pude sostener tu mano y abrazarte, como espero poder hacerlo miles de veces más en el futuro. Sentarnos juntos y contarte historias, reír juntos, y ver las estrellas encenderse una a una en atardeceres de fuego como el de hoy.
Has llegado a mi vida de una forma mágica, donde con un poco de incredulidad, jamás creí poder sentir algo así, tan inesperado, tan de improviso. Y sólo espero que alguna vez, en muchos años, si llegas a leer estas líneas, mires a este viejo que desde ya te ama y velará por ti cada día que Dios le de vida.

Bienvenido al mundo pequeño angelito.

Con amor, tu padrino.





Sunday, October 28, 2012

Nos vamos juntos...


Nos vamos juntos
Haciendo viejos
Algunos sueños
Toda la piel

Mordiendo el tiempo
Lamiendo el aire
Nos buscamos
Para evitarnos

Y sin embargo aqui estoy
Y sin embargo no me voy

Vivimos juntos
En infiernos mutuos
En mentiras humanas
Eternas hermanas

Juntos buscamos
La eterna pareja
Despues de amarnos
Nos odiamos

Y sin embargo aqui estoy
Y sin embargo no me voy
Me voy yendo como el mar
Lento y salvaje como tu

Vamos abrazarnos
Para crecer en paz
Vamos a olvidarnos
De flagelarnos para querernos

Vayamos juntos
Haciendo besos
Yo te dare mis ojos
Para que llores

Me voy yendo como el mar
Lento y salvaje como tu






Friday, October 26, 2012

Despedida


Qué difícil es decir adiós.
Que difícil, cuando quedan a veces tantas cosas pendientes, tantas conversaciones, tantas risas, tantas anécdotas qué recordar y otras nuevas por crear.
Qué difícil hoy mirar hacia atrás y recordar esos momentos lindos cuando reíamos hasta llorar, y aunque fueran efímeros, dejaron una huella en mi vida con tu recuerdo que ya no se puede borrar.
Sé que no siempre pude estar cuando necesitaste que alguien estuviera, pero cuando pudimos compartir fue de corazón. Igual me duele no haberme podido despedir. Te fuiste tan rápido.
El lugar vacío que queda con tu nombre, se irá llenando con los buenos recuerdos. Las tardes de café, las buenas conversadas, las autobiografías y todos esos momentos buenos. Las lágrimas se irán secando para dar paso a las sonrisas.
Duele despedirse hoy de vos, y duele acostumbrarme a la idea de que ya no conversaremos más, que esa búsqueda del café perfecto no se va a repetir. Pero doy gracias a Dios y a la vida por los años, aunque fueran pocos, que pasaste por esta vida.
Te voy a extrañar, y si hay un algo, un tiempo después de esta vida, espero poderte abrazar de nuevo alguna vez. Adiós mi querida amiga!








Wednesday, October 24, 2012

Esa noche



Di media vuelta mientras el taxi se alejaba.
La llave giró cerrando la puerta que ya no volvería a abrirse. Lo sabía. Aún así decidí dar cada paso que me alejaba mientras una por una las cerraduras y candados hacían ese click que pone una barrera impenetrable. O así se siente en ese momento. Seguridad mezclada con autodefensa.
Al dar media vuelta y mirar la sala donde todo sucedió, de pronto me percaté de su presencia.
Ella estaba sentada ahí en el mismo sillón mirándome fijamente. Sus ojos clavados en mi como cuchillos. Su silencio cómplice. Su expresión culpable pero incitante.
Quise acercarme a ella, pero volvió el rostro en señal de rechazo. No me quería a su lado.
Cuando mi soledad quiere estar sola, sabe cómo hacérmelo saber.
Fui hasta mi habitación, donde un poderoso somnífero fue mi aliado para desconectar todo y apagar los pensamientos por unas horas.
Sin embargo por la madrugada pude sentirla, como se colaba sigilosamente en mi cuarto, y me miraba como una sombra desde el pie de la cama. Luego se acercó a besar mis párpados, y lentamente se fue metiendo entre las sábanas, respirando suavemente en mi oído, susurrando cosas que no entendí. Lo último que sentí fue su piel desnuda cuando extendí mi mano. Era mi señal de consentimiento, o quizá era la suya.
Por la mañana el sol insolente me despertó, sólamente para mirar al lado de la cama y ver el espacio destendido ya vacío. Como siempre, se levantó antes que yo y se fue sin despedirse. Así fue siempre con ella. A veces hasta la soledad me deja solo.



Ay soledad, siempre he pertenecido a ti.





Friday, October 19, 2012

Reparticion


Elegí dejarme los buenos recuerdos, los sentimientos positivos, las cosas buenas, lo que se aprendió, en vez de dejarme toda la amargura, el odio, el resentimiento, y seguirlo alimentando como quien riega todos los días a la hiedra venenosa que carcome las paredes.
Son muchas las caras positivas de la historia, los buenos momentos, los tiempos y las metas, las enseñanzas, pero sobre todo las virtudes. He escogido sonreír en vez de resentir.
Hubo errores y muchos, hubo heridas, pero valieron más las risas, las conversaciones, los buenos tiempos. Los años transcurridos tan de prisa que se hicieron cortos pero a la vez parecen haber sido ya hace tanto tiempo.
Gracias por haber estado ahí.




Tuesday, October 16, 2012

Algo bueno



Yo en cambio, decidí hacer mi inventario, y aunque quedan cosas todavía por descartar, he decidido quedarme con las positivas. Los recuerdos, los momentos, las risas, los lugares, las fotos que puedo mirar en días como hoy. 
Para qué pelear, para qué gastarse la cabeza haciéndo hipótesis, inventando conclusiones basados en indicios, lanzando acusaciones y odiando, odiando más, como si el odio matara al dolor. 
No todo fue malo. No tan malo, creo. O quizá si, pero para qué seguir haciendo recuentos innecesarios de algo donde nadie ganó? 
Algo bueno hubo. Algo bueno pasó. Aunque sólo yo lo vea.




Friday, October 12, 2012

Pan y agua


Darle amistad a alguien que busca amor
Es como darle pan a alguien que tiene sed






Tuesday, October 9, 2012

Buenos dias


Digo yo, aprovechando que pasás por acá, decidí quedarme a saludar!






Monday, October 8, 2012

Despues de tanto tiempo



Me he dicho que la vida no es un valle de lágrimas
y he salido a la calle como un explorador

He vuelto a tropezar con el pasado
y he pedido en el bar de mis pecados
otra copa de ron.




JS



...y recuerdo que ahí fue donde todo comenzó...






Tuesday, October 2, 2012

Pasa en las películas...


My name is Joel Barish, and I'm here to erase Clementine Kruczynski.



(de cuando quisiéramos que la vida real fuera como en las películas)




Sunday, September 30, 2012

Bienaventurados aquellos que olvidan



"¿Cuán feliz es la suerte de la inocente vestal? Al mundo olvida y el mundo la olvidó. El eterno resplandor de la mente sin recuerdos acepta todas las plegarias y renuncia a todos los deseos"

─ Alexander Pope ─





Saturday, September 22, 2012

Cambio



Sucede de pronto que un día como hoy amanezco como cansado, sin entusiasmo, cargando la monotonía de los días que pasan sin cambiar, las mismas paredes, la misma ventana, la misma luz sorda.
Y podría de nuevo, al igual que otras veces, simplemente dar media vuelta, dormir más, dejar desapercibidamente que las horas se escapen mientras depositan otra fina capa de polvo sobre las que llevan meses ahí.
Pero quiero moverme, necesito hacerlo, mi mente tiene sed de nuevos esquemas, mis ojos claman por una modificación al paisaje de todos los días. Mi monotonía se derrumba sobre sí misma, y mi única alternativa es avanzar y cambiar. Cambiar algo, cambiar lo que sea.
Y me lanzo. Poco a poco, despacio al inicio, luego voy tomando velocidad, hasta que eventualmente consigo un poco mejorar ese panorama cotidiano.
A veces los pequeños cambios en el exterior, reflejan profundos cambios por dentro.
Pueden ser por fuera apenas perceptibles los detalles minúsculos de una renovación a la vida cotidiana, que son apenas la punta del iceberg que va cambiando en mi interior.



Sunday, May 27, 2012

Monday, May 14, 2012

Adios


Y volvió a ser nada más un zorro, igual a otros cien mil zorros...



Thursday, May 10, 2012

¡Piu Avanti!


No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...

Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!






Monday, May 7, 2012

Roble Sabana



A veces la vida se empeña en enviar recordatorios, que casi parecen advertencias.
un poco de valor para hacer el intento sincero de saltar, una vez más, al vacío, sin red, y el vacío tenía un piso bastante duro.
Me recuerda los árboles de roble sabana que hay esparcidos por toda la ciudad, que en pleno verano, estallan en color de esperanzas y positivismo. Y si sí...?
Me parece ver al niño que fui, sentado jugando al pie del árbol, sobre una alfombra de flores que caen y tapizan el suelo de colores. Los días de verano!
Pero cuando se acerca el final de abril y caen las primeras lluvias, los robles pierden poco a poco el color y se pierden en el paisaje, dejando de llamar la atención a la vista del peatón común.
Hay más color en las vallas publicitarias, en las luces de los autos, en el tarro de la basura.
Los días del verano se acabaron. No fueron tantos como yo quería, pero algo dejaron. Una piedra con colores por debajo, trozos de vidrio fundido, algo de tristeza quizá, miedos que se alimentan y puertas que vuelvo a cerrar, con dos o tres candados más esta vez. Que nadie pase, esta sección del museo está cerrada. Esta exhibición no se abrirá más al público.





Thursday, April 19, 2012

50


Cuando parece que el verano va a terminar sin siquiera haber empezado.




Monday, April 16, 2012

Sólo una cosa


Sólo te quiero a pedir una cosa
Quedáte un día más, y veamos que pasa...



Con suerte mañana te pida lo mismo






Monday, April 9, 2012

¿Qué quisiera?


A veces se vale pedir deseos, y aunque la leyenda sólo habla de tres, mi lista quizá se extiende un poco más, pero soñar es gratis.
Qué quisiera?
Quisiera que un día aparezca, como por coincidencia, como sin querer en el camino, y en vez de pasar de lejos o simplemente saludar, se quedara un rato más, para ver lo que hay.
Quisiera que me contara quién es, de dónde viene, hacia dónde quiere ir algún día.
Quisiera que me escuchara, que me interrogara, que me preguntara todo aquello que quiere saber, sin miedo o vergüenza de parecer imprudente, que deje salir a la niña curiosa que lleva dentro.
Quisiera que sepa juegos para que el niño que también vive aquí quiera salir a jugar.
Quisiera que un día venga a casa, y conversando se haga tarde, y que pueda decirle "no te vayás" y se quede hasta que amanezca.
Quisiera que cuando salga el sol no tome sus cosas y simplemente se vaya, sino que me diga sonriendo "vamos" y que el camino nos lleve a algún lugar.
Quisiera que camine junto a mi, no delante ni detrás mío.
Quisiera que le haya tocado comer mierda en esta vida, pues eso enseña humildad.
Quisiera que le guste la lectura, y su imaginación sepa convertir las letras y las palabras en imágenes fantásticas de mundos lejanos y maravillosos que quizá no podremos visitar más que en sueños.
Quisiera que sepa el valor de hablar hasta amanecer o de permanecer en silencio y que ambos tengan su toque de magia.
Quisiera que se asome más allá de este velo de humanidad a lo que hay detrás de mis ojos.
Quisiera que un día se quiera ir conmigo adonde sea y el día improvisado sea maravilloso.
Quisiera que otro día se quede todo el día conmigo en casa, viendo películas, conversando, cocinando algo juntos, y el día sea igual de maravilloso.
Quisiera que no sea perfecta, ni pretenda serlo.
Quisiera que sus defectos me irriten y me emputen, quisiera un día enojarme con ella y sentir que no la soporto, para darme cuenta unas horas después que me hace falta ella, y me hacen falta esas manías.
Quisiera que quisiera quedarse.
Quisiera que no me de miedo.
Y quisiera no querer tantas cosas, y simplemente vivir, por hoy, de algo más que altas esperanzas.




Wednesday, April 4, 2012

Mis zapatos



Ya no son los mismos de hace un par de años. Bueno, sí son los mismos, pero han cambiado. Están algo sucios. Un poco gastados, y ya no caminan igual que antes.
Todavía me llevan por lugares que a veces dan miedo, otras veces nostalgia, pero siguen su vieja rutina, un paso a la vez, uno detrás del otro, el camino hacia adelante. Hay días en que se detienen, en que sienten ganas de regresar, o como hoy, simplemente se recuestan a descansar, y cuando los veo, de pronto, hay imágenes que vienen a la cabeza de épocas en que no caminaban tan solos.
Bebo un poco de agua, recupero el aliento, y miro hacia adelante, el largo camino que queda todavía por recorrer. Creo que me quedaré aquí sentado tan sólo unos minutos más, un rato. Pero pronto me levantaré de nuevo para seguir caminando y mis zapatos me llevarán hacia donde tenga que llegar, y convertirán el futuro en presente cada mañana.
El sol de hace un rato se disipa tras una capa de nubes, y el camino es largo. Aparentemente va a llover, y es hora de continuar.





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